en el estuario

agobiado de tanto viento
mojé las manos de mar
y me sumergí en ellas
sólo para escucharlo
y recorrer imágenes
perdidas entre las olas

a pesar del sol
mi piel se quiebra
de invierno
de la soledad
que busqué sin encontrar

una voz me tienta
con su llamado
mis manos son de hielo
y no puedo contestar

creo que una vez viví allí
en las arenas atlánticas
las gaviotas me lo recuerdan

nadie se asoma
mejor

me voy

cansado de la tortuga

el cliente recibió
su correspondiente cuenta
la cual requiere
un software particular
el cliente pagó la cuenta
con la particular herramienta

noche aburrida

la compañera dormida
y el farol con su nocturna
luz amarilla y la vida
pareciera al fin como
cuando comienzo a cerrar
mis párpados pero al menos
puedo sentir su piel
la cortina es barata y la luna
se pelea con orión
no hay testigos
solo el frío seco del invierno
siento ese cansancio de viernes
los dedos me amagan
se divierten con mi breve memoria
de los últimos minutos